CASTRO ROSALÍA DE
Nos recuerda en más de un aspecto la vida y la obra de Bécquer.
Rosalía de Castro nació en Santiago de Compostela y fue bautizada como hija de
padres desconocidos. Muy poco se sabe de su educación.
Contrajo matrimonio con Manuel Martínez Murguía, erudito cronista de Galicia. Al
año siguiente dio luz a su primera hija, a la que siguieron seis hijos más.
Rosalía nunca disfrutó de una buena salud, luchando siempre con la enfermedad, y
a menudo con la penuria, vivió dedicada a su hogar: a sus hijos y a su marido.
Nunca aspiró a la fama. De hecho, su marido fue el que la convenció de que
publicara sus obras. Murió de cáncer a los cuarenta y ocho años en su casa de
Padrón, que hoy es un museo. Todos sus hijos murieron antes que ella, sin poder
dejar herederos.
Sus tres libros de versos, de los que trasciende el vaho de tristeza que
impregnó su existencia, cuentan entre lo más puro de la lírica del siglo XIX.
En su primera obra, Cantares Gallegos (1863), se refiere al paisaje y a los
motivos capitales de la vida rural de su tierra - los amores de la aldea, las
romerías, la melancólica "saudade" del campesino, obligado por la miseria a
emigrar a Castilla… - adaptando los ritmos de la poesía popular de Galicia.
En Follas novas (1880), escrita en gallego como la anterior y de superior
densidad lírica, la alusión a lo externo es ya sólo un recurso para la extensión
elegíaca de lo íntimo; en este sentido, la naturaleza aparece ahora como puro
símbolo de su desengañada nostalgia.
Más importancia para nosotros En las orillas del Sar (1884), su única obra en
castellano. En ésta el rasgo pesimista se acentúa y la realidad ineludible del
dolor, el paso inexorable de las cosas y el sentimiento obsesionante de la
muerte se convierten en los temas capitales.
Si comparamos su poesía con la de Bécquer, hallamos la misma sencillez de
expresión; pero la trémula luminosidad y el suave encanto de muchas Rimas están
sustituidos por unos trazos enérgicos de terrible y siniestro dramatismo y por
una atmósfera sombría, patentes en las imágenes y en el mismo léxico. No
obstante la mayor originalidad estilística se halla tal vez en el terreno de lo
musical; huyendo de las formas estróficas tradicionales y del sonsonete de la
poesía romántica, Rosalía utiliza toda una serie de nuevos ritmos, más flexibles
y armoniosos que los habituales en su tiempo. Estas innovaciones causaron gran
extrañeza al ser conocidas, pero son en cierta manera un precedente de la poesía
posterior.