La roca
Antonio Hurtado y Valhondo
La roca
Antonio Hurtado y Valhondo
(Cáceres, 1824 - Madrid, 1878)
En medio una llanura de espléndidos
cristales
brota rudo y potente magnífico peñón,
do estrellan sus gemidos las auras matinales,
do pinta el sol radiante su pálido festón.
Altivo y desdeñoso desprende una mirada5
y abarca con sus ojos la vasta inmensidad,
al par que hasta su suelo se arrastra la oleada,
medrosa del coloso de tanta majestad.
Siempre sereno y mudo sobre la mar reinando,
bajo un palio frondoso de nácar y zafir,10
está la augusta pompa del agua despreciando
que besa sus extremos al verla relucir.
Águila de los mares, bebiendo ricas brumas
flota sobre las ondas en rauda oscilación
y mancha su vestido con cándidas espumas15
y sartas de corales, que ruedan en montón.
Los aires de diciembre la visten con sus hielos,
circúndala de llamas la aurora boreal,
y en medio el horizonte dibújanla los cielos
con vidrios de colores y luces de cristal.20
Trémula, sacudiendo la undosa vestidura,
lleva la vista helada tras la espirante luz,
destacanda severa su lánguida figura
cual pinta un campanario su vacilante cruz.
Velada entre la noche, presta su atento oído25
del buque sin sendero al trémulo vaivén,
en tanto so las olas del noto embravecido
murmura vagamente con débil eco... ven.
¡Pobre barco perdido sin velas ni remero!
La brújula asombrosa no rige al capitán30
¡La roca!, grita ansiosa la voz del marinero...
¡Ay! ¿Dónde sus pedazos mañana se hallarán?
Y en tanto que la chusma solloza alborotada
al pie del promontorio que al paso le salió,
el aire de la roca con luenga carcajada35
se goza en la agonía del barco que cayó.
Tigre de piedra blanca mecido por las ondas,
duro como el diamante, soberbio como el mar,
esconde ...
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