LA ENORME TROMPA DEL C 5
Amado J. Láskar
************************
© A.J. Láskar
©Ediciones del Leopardo y Wordtheque sobre la publicación digital
***°°°***°°°***°°°***
(La enorme trompa del C5, me decías,
Dig[i]érese
un regimiento casi por completo).
Sus dobladuras agitadas picándose los peces
me derrengaron con praderas de B 52
(úteros de Napalm, helicópteros de doble aspa, Agent Orange
y un cuerpo prontuariado de negros y latinos).
A mis 1.492,
por un nido de aves migratorias,
pasé de pavo conducido alegremente entre los traucos.
El funcionario mulato refractándose en un lado
señalaba con el dedo la magia de lo blanco:
el fuego de mentrilla, el Destino Manifiesto
las palabras bromuradas de la prensa .
Un coronel muy sobrio de la Fuerza Alerta
me extendió la mano
con una piocha alfombrada que guardé por mucho tiempo
en el cajón derecha de mi cómoda.
El día 7, momento de numerosísimos Martinis
el Braniff supernaranja en ángulo creyente,
supo promover el sur, al aeropuerto de La Muerto,
eran las seis sesenta y seis de la noche en madrugada
(mi pelo cortina como para embalar mi displicencia
con esa camisa Arrow color abraxas
dedicada por Time Square a puntear las Islas Vírgenes:
regalo de mi tía).
Me vine por la manga directo a las cabinas.
Ya tendido en las puertas del Dorado,
el enorme trozo de jabón con uniforme, explicó sus dientes.
Abrió mis delantales, confiscó mis lápices de cera
hojeó figuras, desordenó mis lepra,
encontró cuatro botellas de Undurraga
que hizo añicos en un tiesto destinado a los añicos.
En California, me dijo, llenándose de euforia, también tenemos vino.
[Este camarada enjuagaba en antibióticos su bola de cristal].
Me llevaron en un Toyota 71 al Barrio Chino, a Hollywood
al ...
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Go to begin of the document
Go to previous page
Go to next page
Go to the end of document
