Antiguas
Reservas
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Joel
Diciembre, 2004
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¿Y si la vida fuera redonda?
Redonda, redonda como una pelota de trapo
como una cebolla, como una manzana roja
redonda, redonda, como una verdad,
como una vuelta a la esquina, como una mujer
Redonda, redonda, va saltando y dando vueltas
haciendo piruetas estrafalarias
redonda, redonda, como tus senos
como una naranja recién pintada
Redonda, redonda, se desplaza en mi cuerpo
la tierra hecha hembra cerámica
redonda, redonda, como mi lámpara
como una idea que echo a correr, en tu memoria
Redonda, redonda, la tierra prometida
el polvo hecho planeta de agua
redonda, redonda, gira la vida
como una rueda que avanza y avanza
Después de todo vine yo.
Después de todo vine yo, después de mis abuelos,
mis bisabuelos, mis tatarabuelos.
Llegué con un run run entre los dedos,
en un submarino,
salí por el periscopio
y me encontré con los peces.
Todo muy natural hasta ese momento.
Moluscos multicolores, jureles dorados,
ballenatos chicos, más chicos que yo.
Algas ancestrales, cochayuyos milenarios
y caballos de mar.
Después de todo vine yo,
después de la segunda guerra
y después de la primera.
Después de Bolivar, de Julio César
y del hombre de Cromagnon.
Llegué con un soldadito de plomo de mascota.
Y después me disparó.
Después de todo vine yo, cuando todo se había inventado,
después del teléfono,
después de la rueda y después del fuego.
¿Y qué podía hacer?
Tuve que ir a la escuela.
Aprender la verdad por el silabario,
contar hasta diez con las manos,
sumar significados, restar los días pasados,
multiplicar los días venideros
y dividir números quebrados.
Entonces me escapaba por el ojo de la cerradura,
montaba mi picaflor
y a todo galope nos ibamos
con un gato amigo y un canario.
El cura se quedaba hablando cosas no aptas ...
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