José Luis Rodríguez Yaiba
DICTADURA MUNDIAL
Que imperfección de la que somos parte
que codicia nos alimenta
hambre que nos alienta
a mordiscos brotar la sangre
sangre negra, vida de máquinas
frías y fuertes, duras e imponentes
que paso tan duro destruye el grano
que paso tan duro promueve la peste
un paso marcado, un paso forjado
un paso cortado como niños de oriente
tantas estrellas en tu cielo
que no pueden alumbrar tu mente
tantas franjas rojas
que de nuestra sangre son clientes
tu mano monopolizadora
cosecha los frutos
que otras manos trabajadoras
con sus llagas y rasgaduras
sembraron en este suelo en bruto
nuestras mentes
pretendes hipnotizar
nuestros corazones
pretendes callar
nuestras voces
pretendes matar
y a nuestros gobernantes
pretendes gobernar
pero el equilibrio
de una u otra forma
ha de predominar
y nuestros pueblos artesanos
más pobres pero sanos
menos tristes han de cantar
tu gente no es la culpable
pero a ellos pudieron matar
yo me pregunto en este caso
por qué a tu blanca cara
no pudieron derribar
por qué a tu blanca cara
si pudiste resguardar
tantos inocentes
que tapizan tu camino
tantas bocas muertas
que quieren cantar conmigo
a tu pueblo no atacaré
y a tus hijos cobijaré
cuando ellos lo necesiten
junto a mi pueblo allí estaré
pero aunque tú mira
en nuestras frentes este
y tus cadenas
con mis muñecas sostendré
no dejarás de temer
al juicio final
que un día
has de tener
...
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