RIOJA FRANCISCO DE

Francisco De Rioja (1583 – 1659)
Sevillano de nacimiento. Hombre de gran erudición. Además de gran poeta, fue
también teólogo y jurista. Una nota importante en su vida fue la fidelidad
incondicional que mostró por su mecenas, el conde duque de Olivares. Este
personaje influyente lo favoreció durante toda su vida. Lo nombró bibliotecario
del Rey, consejero del tribunal de la Inquisición, cronista de la corte en
Castilla y, por fin, canónigo de la Catedral de Sevilla. Al ser desterrado el
conde duque de Olivares, Rioja lo acompañó, y, cuando murió el conde duque,
Rioja se retiró a Sevilla para vivir el resto de su vida en la anonimidad. En el
ínterim, volvió a la corte brevemente, pero no duró mucho su estancia en ella.
Como poeta Francisco de Rioja fue de alto calibre. Unió la sencillez y la
naturalidad con la suprema elegancia. Se puede observar en su poesía
pensamientos delicados, forma estética perfecta y un lenguaje terso.