Antonio Fernández Grilo (1845-1906)

Nace en Córdoba en 1845 y muere en Madrid en 1906. Su infancia y juventud se desarrollan en Córdoba, gana el primer premio en unos juegos florales en el Círculo de la Amistad en 1862, y eso marcó su camino de poeta. Simpático, mundano, de palabras agradables, gran recitador, se le abrieron los salones de la Restauración y allí en Madrid derrochó la vaciedad de sus rimas. Poeta de ocasión, de circunstancias, su verso es tan superficial que los reyes que le brindaron su amistad- Isabel II, Alfonso XII, María Cristina y Alfonso XIII- sabían de memoria algunas de sus poesías. Entre sus libros destacan, Poesías (1869), reeditadas en 1879, e Ideales, publicado en París en 1891 con el patronazgo de Isabel II. También obtuvo, más tarde, la protección de Alfonso XII. De entre sus poesías destacan las tituladas La nochebuena, Adiós al convento, La chimenea campesina y otras en la que revela su estilo florido, su viva fantasía y su instinto poético.