Álvaro Leiva

Álvaro Leiva nació en 1967, en Santiago de Chile, seis años antes de que la mitad de la población se alzara con las armas de toda la población para liquidar los sueños —y parte de los soñadores—, de la otra mitad. Hecho que ocurrió en 1973. Estudió en el Liceo José Victorino Lastarria, que solía tener fama de cobijar alumnos guapos cuando los bailes se convertían en querellas, aunque es poco probable que las haya habido los sábados de su juventud primera: el toque de queda controlaba la ciudad sumergida en una guerra insólita: nadie ganaba, pero muchos perdían.
En 1988 abandonó "el horroroso chilito", como dijo una vez, para radicarse en la tierra que los conquistadores llamaron, y que aun se llama, pero acentuada en otra vocal, Florida. No aterrizó en Miami para comprar electrodomésticos ni maravillarse con el empuje y el sentido de la oporunidad del enclave cubano-capitalista. Entiendo que Leiva busca gusanos sólo cuando va de pesca. Y debe ser así, porque este extrañado —de extrañamiento— poeta combina en Miami los estudios con la acción sindical. Por lo menos así lo hizo durante el paro de Eastern Airlines.
Tras realizar un curso de fotografía en un college, decidió en 1999 terminar su licenciatura en letras hispánicas, cualquier cosa que eso signifique. 2001 lo encuentra en el tercer año de doctorado en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Miami.
Se gana la vida enseñando idiomas: castellano a los gringos, inglés a los inmigrantes. "Leo mucho —dice— y escribo poco". Puede ser: Bienvenido a bordo, su primer libro, fue en Santiago de Chile: Ediciones Venus Negra, 1990.
No obstante lo señalado, pueden rastrearse trabajos suyos en: Antologia Premio Umbral, Chile, 1988. En la antologia compilada por la Sociedad de Escritores de Chile, Santiago, 2000, en la recopilación Generacion de los 80, Sabtiago. En la antología resultante del Encuentro de poesia hispanoamericana en EE.UU. 2000, en otra publicada por la Universidad de Sevilla el mismo año.
En 1993 participó del primer equipo que publicó, en Santiago de Chile, la revista Piel de leopardo, en soporte gráfico. Contienen textos suyos, entre otras revistas: Zona de tolerancia, Miami, 1996; la revista estadounidense Helicopter(o) de1999 y en las de formato electrónico Perro negro (Argentina), Letralia (Venezuela) y, de nuevo, Piel de Leopardo.
(Lagos Nilsson)