ANDRADE OLEGARIO VÍCTOR
Andrade Olegario Victor (1839-1882)
Poeta y periodista argentino. N. el 6 mar. 1839 en Alegrete (Brasil), durante el
destierro de sus padres, y m. en Buenos Aires el 30 oct. 1882. Cursó estudios en
el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay (Entre Ríos), durante la llamada
edad de oro del mismo, y mostró predilección por la historia y la literatura. El
gobernador Urquiza, que le protegía, trató de enviarle a Europa, junto a Juan
Bautista Alberdi, ministro por entonces de la Confederación Argentina; pero el
joven A. rechazó el ofrecimiento Y contrajo matrimonio. Ejerció activamente el
periodismo político desde los 20 años de edad y sobresalió como hábil polemista.
En 1860 y 1861 fue secretario privado del presidente de la Confederación,
Santiago Derqui. Poco después, en Gualeguaychú (Entre Ríos), redactó El Pueblo
Entrerriano, y, en 1864, su propio diario El Porvenir, desde cuyas columnas
apoyó la política de Urquiza, jefe a la sazón del partido federal, y combatió
ardientemente en la guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay. En 1866
apareció su valioso opúsculo Las dos políticas, en que defiende los intereses
económicos y espirituales dei interior del país y ataca la política
centralizadora de Buenos Aires.
Clausurado El Porvenir en 1867, por orden del gobierno nacional, se trasladó a
Buenos Aires y volvió a hacer periodismo en El Pueblo Argentino (1868), diario
con el cual apoyó la candidatura de Urquiza a presidente. Redactó luego, con
Carlos Guido Spano y Agustín de Vedia, La América, siempre de tendencia federal
y americanista. En los últimos años dirigió en Buenos Aires La Tribuna Nacional
y enseñó historia antigua en el Colegio Nacional de la capital argentina. En
1878 había sido electo diputado nacional por Entre Ríos, cargo para el cual fue
reelecto en 1881. Su obra poética es parca en extensión. Sus mejores logros se
hallan en las composiciones épicas y en las que expresa tiernos sentimientos
familiares: entre las primeras, Nido de Cóndores, Canto al Chacho, Prometeo, San
Martín y Atlántida; entre las segundas, La vuelta al hogar y El consejo
maternal. Sus poesías filosóficas carecen de profundidad, no obstante cierta
resonancia clásica. «¡Mártir!, al borde de la tumba helada / la gloria velará tu
polvo inerte», son versos de su Canto al Chacho representativos de su estilo.
Sus Obras Poéticas fueron editadas por primera vez en 1887, como homenaje
oficial.