Teatro de virtudes políticas que constituyen a un
príncipe
Carlos de Sigüenza y Góngora
Teatro de virtudes políticas que constituyen a un príncipe
Carlos de Sigüenza y Góngora
Consideren lo suyo los que se empeñan en
considerar lo ajeno: es más fácil juzgar que obrar, y
más fácil mirar desde la seguridad de la fortaleza los
peligros.(Sedul. Presbit. Epist. ad Macedon. Praefixa
Operi Paschali.)
Dedicatoria
Al excelentísimo señor don Tomás Antonio Lorenzo Manuel
Manrique de la Cerda, Enríquez de Ribera Portocarrero y Cárdenas,
conde de Paredes, marqués de la Laguna, comendador de la Moraleja en
la Orden y Caballería de Alcántara, del consejo de su majestad,
cámara y junta de guerra de Indias, su virrey lugarteniente,
gobernador y capitán general de la Nueva España y presidente de la
real audiencia y chancillería de ella.
Glorioso premio de mis estudios, reconozco la ocasión en que me
puso mi dicha, siendo la mayor a que pudiera aspirar hallar motivo
de postrarme a los pies de vuestra excelencia para ensalzar mi
fortuna; elevaráse ésta a superior eminencia si obtengo el que con
cariño acepte este triunfal Teatro de las virtudes políticas, en que
las que en vuestra excelencia pueden servir de modelo augusto para
que se reformen aquéllas, se aplaudan inmortales, con prerrogativas
de heroicas.
Y si fiar la imperial nobilísima ciudad de México de mis
hombros débiles su desempeño era estímulo para que se afanase el
desvelo en que no desdijesen mis ideas de sus acciones, siendo
vuestra excelencia el alto objeto a que miraba el aplauso, ¿cómo
puede elegir otro asunto, sino el de reyes, cuando con la sangre
real de su excelentísima casa se hallan hoy esmaltados no sólo los
lirios franceses, sino hermoseados los castellanos leones,
participando de ella, a beneficio de éstos, las águilas augustas del
alemán ...
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