Florentino Morales
TIEMPO ERES
Tiempo eres
rueda de carruaje en eterno camino que
tocas la tierra en un solo punto,
que es la vida.
Esperas que nazcan los hombres para echar a andar el reloj
y si mueren, lo detienes para ellos, eternamente.
Si las estaciones han pasado centenas de veces
por su vida, es que incólume transcurres.
Si sus pasos aún son trémulos
te detienes en su jardín.
Te apuras cuando quieres
o te adormeces.
Hombre,
sesga y vive el misterio,
el tiempo es contrario:
da pasos lentos si tú anhelas que corra,
o como agua en cascada súbita se escapa
si quieres que se detenga.
Siempre recuerda: el tiempo es sádico:
si el dolor te retuerce las entrañas
se detiene lento a mirarte
cuánto resisten tus cadenas.
Si un ángel te ha sonreído pasa rápido,
relámpago en noche tormentosa, y
si te ve asustado, paralizado de terror
como reloj quebrado se detiene.
Si quieres volverlo atrás, ¡imposible!
Imposible si futuro quieres.
No hay técnica, no hay magia posible:
ni una centésima de segundo atrás
ni un instante adelante.
Si Morfeo hamaca tus noches,
se escapa a la playa a jugar con las olas
(entre reflejos yo lo he visto en la penumbra); pero vuelve,
amante infiel, con la luz del amanecer para engañarte.
Pongamos atención a la señalética lapidaria:
el tiempo es eternidad, es inercia del universo.
Está aquí desde siempre y permanecerá igual.
hasta después que el polvo
sea átomo de átomo.
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