Vallejo Cesar
MURMURADO EN INQUIETUD...
Murmurado en inquietud, cruzo,
el traje largo de sentir, los lunes
de la verdad.
Nadie me busca ni me reconoce,
y hasta yo he olvidado
de quién seré.
Cierta guardarropía, sólo ella, nos sabrá
a todos en las blancas hojas
de las partidas.
Esa guardarropía, ella sola,
al volver de cada facción,
de cada candelabro
ciego de nacimiento.
Tampoco yo descubro a nadie,
bajo este mantillo que iridice los lunes de la razón;
y no hago más que sonreir a cada púa de las verjas, en la loca búsqueda del conocido.
Buena guardarropía, ábreme tus blancas hojas: quiero reconocer siquiera al 1,
quiero el punto de apoyo,
quiero saber de estar siquiera.
En los bastidores donde nos vestimos,
no hay, no hay nadie:
hojas tan sólo de par en par.
Y siempre los trajes descolgándose
por sí propios,
de perchas como ductores
índices grotescos,
y partiendo sin cuerpos,
vacantes, hasta el matiz prudente de un gran caldo de alas con causas y lindes fritas.
Y hasta el hueso!
...
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