Poesías
Gaspar Núñez de Arce
Poesías
Gaspar Núñez de Arce
(Valladolid, 1832 - Madrid, 1903)
Las arpas mudas
La virgen poesía,
Huyendo de los hombres,
Se pierde en las profundas
Tinieblas de la noche.
Las arpas enmudecen,5
Y el eco no responde
Sino a los broncos gritos
De cien revoluciones.
¡Ay! Cuando la tormenta
Cierne sus negras alas,10
¡La tímida avecilla
Se oculta y tiembla y calla!
¿Qué valen sus gorjeos
Ante la voz airada
Del trueno, que retumba15
En valles y montañas?
¡Qué cambio y qué contraste!
Ayer llenaba el mundo
La inspiración sublime
De Schiller, Byron y Hugo.20
Hoy sobre nuestras almas,
Que envileció el tumulto,
Parece que gravita
La losa de un sepulcro.
Miraban nuestros padres25
El despertar de un siglo:
Nosotros a sus hondas
Angustias asistimos.
En su entusiasmo ardiente
Su cántico era un himno.30
El nuestro, ¡oh desventura!,
El nuestro es un gemido.
Cuando, después de aquella
Sangrienta sacudida,
Que derribó en el polvo35
La sociedad antigua,
Con su potente mano
La santa poesía
Logró sacar ileso
A Dios de entre las ruinas;40
Cuando en estéril roca,
Entre el rumor confuso
Del mar, agonizaba
En su aislamiento augusto
El águila altanera,45
Tan grande en su infortunio,
Que de sus corvas garras
Tuvo suspenso el mundo;
Entonces, como el germen
Oculto que despierta,50
Y rompe vigoroso
La cárcel que lo encierra,
Sobre las viejas ruinas
Brotaron por doquiera
La religión, la gloria,55
La libertad, la ciencia.
¡Siempre el dolor fecunda!
La tierra, nuestra madre,
Sufre el agudo arado
Que sus entrañas abre;60
El mar tiene sus roncas
Y oscuras tempestades,
Su duda el pensamiento,
La religión sus mártires.
Todo lo grande surge65
De este combate eterno,
Como la luz del choque
Del pedernal y el hierro.
¡Felices nuestros ...
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