Evaristo Ribera Chevremont
LOS SONETOS DEL MAR
1
¿Qué viento viene cabalgando en onda
coronada de luz, y en mis oídos
deja vastos mensajes encendidos
de tantas islas de celaje y fronda?
Me imagino en azul agua redonda
barcos que parten produciendo ruidos,
y marcando, en los cielos aturdidos
por el solar hervor, velas en ronda.
Me imagino, en bermejo mediodía,
alacre y moceril marinería
en grupo de nervioso movimiento.
Las islas en un ritmo de palmeras;
y ardiente, en cruda luz, en las riberas,
el viento de la infancia, el mismo viento.
2
Velas que ayer rondaron. Todavía
se yen resplandecer en oro y plata.
El bergantín ondeante, la fragata
en largos vuelos por la lejanía.
Grata visión de mis niñeces, grata
y honda visión de iluminado día,
cuando la juvenil marinería
irradiaba en azul y en escarlata.
Cuadros que trae el mar a la ribera
donde danzan el lirio y la palmera
y ríen repintados caracoles.
Paisajes fulgurosos del mar mío.
Paisajes que se ofrecen, con el brío
de cielos traspasados por los soles.
3
Mar de Dios, mar velado y protegido
por la gracia de amor en la belleza...
Uno mi pequeñez a su grandeza
y hallo en su plenitud nuevo sentido.
Mar de Dios, mar en luz, mar poseído
del misterio del mundo. Su pureza
-La del pez y la nave en luz y altezame mueve al pensamiento y al sonido.
No arrojo el ancla. Es perennal el viaje.
Borda flores la espuma en el bordaje.
En el azul ensortijado ahondo.
Dios me espera en el mar. Y Dios me llama.
Tal vez Él me amortaje con la rama
del coral de su sangre en su azul fondo.
4
Belleza misteriosa y fugitiva;
belleza que es belleza en ci instante.
Insinuación celeste en el errante
misterio. ...
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