Límite
Esa mañana estaba listo, arreglado;
como si me fuesen a tomar una foto desde el cielo
Como si fueran a levantarme,
dividirme en pequeñas esferas...
Ya me había rodeado bastante de cosas queridas,
constituido la imagen
de la sombra sobre mi nombre
Estaba todo allí,
en el bramido permanente de la vida
hecha espuma de mariscos sobre las rocas
Quise dejar
el increíble espectáculo de mi carne sobre las conchas,
que el tiempo hiciera nacer un templo
entre los huesos de mis costillas
Meterme al medio del palpitar del cosmos,
entregado con mi ropa y mis cosas queridas;
arreglado para la ocasión
Plenitud del desapego,
exposición larga
A mis espaldas quedaba la historia entera,
aquietada por el eco de sus segundos lejanos;
entibiada por la dorada luz de la mañana del día glorioso
Traía mis objetos impregnados,
palpitando momentos buenos
Todo lo vivo éramos uno,
y esperábamos, absortos,
la última fricción del agua en la piedra,
pequeñas lluvias de agua despedazada;
la configuración final de la arena eterna
Estaba en el borde de la vida,
y hoy continúo acá en la urbe rectangular,
como si no hubiera pasado nada;
como si no hubiera visto el mar,
sentado en el límite de la abrumadora carne de la tierra
La ciudad es una caja
Al final no habrá nada
más que el encuentro entre el mar y la tierra.
...
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