Enrique González Martínez
EL SEMBRADOR DE ESTRELLAS
Y pasarás, y al verte se dirán: ¿Qué camino
va siguiendo el sonámbulo?.... Desatento al murmullo
irás, al aire suelta la túnica de lino,
la túnica albeante de desdén y de orgullo.
Irán acompañándote apenas unas pocas
almas hechas de ensueño. . . .Mas al fin de la selva,
al ver ante sus ojos el murallón de rocas,
dirán amedrentadas: Esperemos que vuelva.
Y treparás tú solo los agrietados senderos;
vendrá luego el fantástico desfile de paisajes,
y llegarás tú solo a descorrer celajes
allá donde las cumbres besan a los luceros.
Bajarás lentamente una noche de luna
enferma, de dolientes penumbras misteriosas,
sosteniendo tus manos y regando una a una,
con un gesto de dádiva, las lumínicas rosas.
Y mirarán absortos el claror de tus huellas,
y clamará la jerga de aquel montón humano:
Es un ladrón de estrellas... Y tu pródiga mano
seguirá por la vida desparramando estrellas. . . .
...
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