Marcela Leonelli
ÁNGEL
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apareciste de noche
mi alma era un bullicio de sombra,
un hálito maligno de lo que algún día fue.
apareciste de pronto
dentro de mi vaso de leche
te metiste en mis ojos
me amarraste con piedad
me sentí pequeña y comencé a llorar
yo no sabía que de amor se muere
yo no sabía
que el día comenzaba
donde el siguiente tenía su final
ahí estaba yo, ahí me encontraste
sola como un suspiro
mirando en el espejo
mi dolor fugitivo
me había preparado tanto, para tirarme al vacío
el aire de mi alma, estaba irrespirable
todo lo bueno mío
estaba ausente y corrompido
en el espejo se reflejaban
mis retorcidos recuerdos
que de tanto recordarlos
me estaban eliminando
llegaste ángel desalado
y perturbaste mi secreto escondido
te hablé al oído y no me oíste
pasaste de largo en el camino,
pero marqué tus ausentes alas
para que volvieras a pasar por mi destino,
te hablé al oído un poco más fuerte
y volteaste sorprendido
abriste tus brazos simples
y me metí entre ellos
te agarré con fuerzas
para que no me fueras a soltar al vacío
te quedaste ahí
sin mediar tanta palabra
apretaste contra tus ojos mi amargura
como queriéndola extirpar,
así llegaste ángel mío,
pues seguro que en el cielo eres de tantos,
más esta oscura noche en que desangro
te siento ángel mío, solo mío
me dejé compadecer sin compasión
me reduje, me hice poco, me hice nada
estaba débil, débil me encontraste,
no importaba,
más, me diste de tu fuerza con bondad
necesitaba de tus brazos, me los diste
a cambio, te tragaste mi amargura
te quedaste con mi alma,
te metiste en mis cariños,
te entregué mi gran verdad
eres ángel, el que sabe que soy débil
y aún así, ...
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